Me considero un solucionador de problemas en serie. Puedo llevar a los niños a donde necesitan estar al mismo tiempo en lados opuestos de la ciudad. Puedo ayudar a un cliente a montar cables donde no hay forma aparente de hacerlo. Incluso elimino los problemas mientras conduzco al trabajo.
Los problemas obvios son fáciles de detectar, ¿verdad? Si voy a arrancar mi auto en una fría mañana de Wisconsin y no arranca, eso es un problema. Y no lo ignoro; Comienzo los pasos para corregirlo y en poco tiempo, el problema desaparece.
Pero, ¿qué pasa si está incrustado en esas cosas que tú o yo hacemos todos los días, y se ha vuelto tan rutinario que no parece un problema? ¿Con cuántos de esos problemas vivimos todos los días? ¿Y cuál es el efecto a largo plazo?
Esa es una situación insidiosa. Un reto que, al menos desde mi vertiente profesional, me mantiene despierto por la noche.
Mi carrera me ha llevado a muchas plantas OEM y plantas de fábrica. He visto muchas prácticas “interesantes” durante los procesos de montaje y construcción. ¡Algunas personas pueden ser bastante creativas cuando se trata de hacer su trabajo! Como usar una pistola de pegamento caliente para sujetar los montajes hacia abajo o untar un poco de grasa solo para hacer que una mala solución funcione.
Al menos estas compañías identificaron que tenían problemas y trataron de solucionarlos, incluso si no era la forma más efectiva.
Pero, ¿cómo resuelves un problema que ni siquiera sabes que tienes?
Aquí hay tres de mis formas favoritas y seguras de llegar allí.
Observación
He descubierto que observar a un cliente es mejor que preguntar dónde tiene problemas.
Es como preguntarle a un niño si le gustan los dulces. Por supuesto, van a decir: “¡Sí!” Pero si tuvieras que poner varios tipos de dulces frente a ellos, probablemente no les gustarían todos.
Así es como funciona en una fábrica. Cuando pregunto dónde están luchando, escucho: “Todo está bien, no necesitamos cambiar nada”.
Pero cuando observo sus procesos, puedo identificar fácilmente las áreas que podrían mejorarse. Puede ser tan simple como mover una herramienta más cerca de la estación de ensamblaje o más compleja, como eliminar múltiples piezas al proporcionar una que haga el trabajo de tres.
Cuando se reúna con sus clientes, salga de su oficina. Camine, observe y encontrará oportunidades para ayudar a reducir los matices que dificultan la eficiencia.
Vea el panorama general
Las personas pueden obsesionarse con una pequeña porción de un problema mayor. Ya conoces el dicho, “quedarse atrapado en la maleza”.
Si bien es importante reconocer las cosas pequeñas, detenerse en ellas puede distraernos de un problema importante. He visto a personas en muchas facetas de los negocios (no solo en un taller) obsesionarse tanto con los pequeños detalles que se pierden por completo algo que usted o yo señalaríamos instantáneamente.
Imagínese obsesionado con una ligera mancha de color en el interior de un cubo de plástico mientras hay un enorme agujero en el fondo. La mancha debe abordarse en algún momento, pero ¿dónde debe estar el enfoque?
Da un paso atrás. Camino de regreso, si es necesario. Resuelva primero los problemas que ofrecen los mayores beneficios.
Identificar los puntos débiles
Volviendo a mi punto sobre el coche que no arranca por la mañana. ¿Es porque pospones el reemplazo de la batería? ¿Tienes un hijo que vacía constantemente el tanque sin repostar? ¿Cómo podría haberse evitado?
Tomarse el tiempo para identificar lo que no funciona puede ayudar a agudizar su enfoque en lo que necesita ser arreglado. Los puntos débiles pueden estar en cualquier área del negocio: productividad, mano de obra, inventario, seguridad de los empleados, etc.
He visto operadores que realizan actividades que tienden a ser de naturaleza repetitiva y, en última instancia, conducen a lesiones. Estas lesiones cuestan dinero a las empresas debido a la compensación del trabajador y el tiempo fuera del trabajo. Eso afecta directamente la eficiencia, la producción y el resultado final.
Si estos tipos de puntos de dolor se identifican temprano, o mejor aún, se anticipan, podrían evitarse. Esto no solo ahorraría dinero, sino que, lo que es más importante, proporcionaría a los empleados un entorno de trabajo más seguro. Podemos quedarnos atascados en piloto automático en nuestras rutinas diarias. Es por eso que es importante contar con un sistema para detenerse y evaluar. Tómese el tiempo para dar un paso atrás y disfrutar de una visión más amplia. Mira a tu alrededor. Mira más profundamente. ¡Es posible que veas un problema que no sabías que tenías!